Fuegos incontrolables en Chile dejaron poblaciones enteras en cenizas. Las llamas destruyeron hogares y familias, dejando restos humanos difíciles de identificar para las autoridades.
Durante la primera semana de febrero, 120 kilómetros al norte de la capital de Santiago, dos ciudades, Viña del Mar y Quilpué, han sido afectadas por los incendios. Muchos residentes se han quedado sin hogar y con pérdidas incuantificables.
Ha sido clasificada como una de las más grandes que ha experimentado el país en este siglo, después del terremoto de categoría 8.8 ocurrido en febrero del 2010, que dejó a más de 2 millones de damnificados.
Estas poblaciones nunca se habían enfrentado a olas de calor de esta magnitud. Al contrario, por donde están localizadas, regularmente reciben brisas refrescantes del Océano Pacífico.
Por eso, los habitantes no estaban preparados para estos incendios. El peligro de desastres naturales esperados en esta zona viene de los tsunamis o terremotos.
“Nunca imaginé una situación así de trágica en mi país y mucho menos causada por el ser humano. Me parte el corazón saber que a esta altura a mucha gente todavía no le importa el planeta. Lo que pasó en Chile es una consecuencia de nuestras acciones y si no cambiamos nuestros hábitos seguirá pasando y empeorando,” dice Belu Rubines, una estudiante de primer año de la Universidad de Miami
El presidente de Chile, Gabriel Boric, declaró estado de emergencia, pidiéndole a los ocupantes de zonas afectadas evacuar de inmediato, declarando el lunes y el martes días de luto por víctimas del fuego.
También anunció la donación de los Juegos Panamericanos de 2024 a los damnificados y perdonó las deudas por las cuentas de agua para las 9,200 casas afectadas por los incendios.
Residentes desesperados y desconsolados siguen buscando a los cuerpos de familiares que probablemente no sobrevivieron a los incendios, mientras que cada día aumenta el número de desaparecidos.
Adicionalmente, un jardín botánico de 107 años fue destruido por los incendios forestales y una trabajadora del mismo falleció a causa de la conflagración. La institución espera un milagro para recuperar a las diversas especies de flora afectadas.
La magnitud de los incendios ha sido captada desde el espacio por la NASA, mostrando extensas nubes de humo sobre las zonas afectadas.
Mientras los ciudadanos se recuperan y honran a los fallecidos y los cuerpos de emergencia continúan con sus labores, las causas de los fuegos siguen siendo investigadas por el gobierno chileno, confirmó el presidente Boric.
No obstante, los expertos afirman que la mayoría de los incendios han surgido directa o indirectamente por causa de la acción humana, y solicitan precauciones especiales a la población.
Más de 31 helicópteros y aviones han sido enviados con grandes cantidades de agua a las zonas afectadas. 1.300 militares y voluntarios y 1.400 bomberos combaten las llamas.
El gobierno también está tratando de ayudar a los animales afectados, estableciendo grandes centros de rescate en Santiago y otros lugares para enviar agua, alimentos, artículos de limpieza y alimentos para los animales afectados por incendios.
Los veterinarios voluntarios brindaron asistencia a los animales afectados por la tragedia. Los centros de vacunación ofrecieron vacunas antitetánica y prestaron especial atención a aquellos que sufrieron daños oculares causados por los incendios.
Meteorológicos confirman que este ciclo del fenómeno “el Niño” aumenta en intensidad y frecuencia por causa del calentamiento global, provocado, en gran medida, por los humanos.
El cambio climático ha llevado las temperaturas a nuevos extremos a lo largo del litoral pacífico chileno, creando problemas que jamás han tenido que enfrentar los residentes de esta zona. De hecho, en los últimos diez años, varias regiones de Chile han sufrido una grave sequía.
Anthony Calfa es estudiante de primer año de la Universidad de Miami y miembro de ECO Agency, la organización de medio ambiente y conservación aquí en UM.
“El cambio climático que está experimentando Chile impacta negativamente la tierra por lo cual hace que el clima sea más caliente y dure más el calor, aumentando el riesgo de incendios. Lo más triste de todo esto es provocado por los seres humanos y la cantidad de fábricas que hay hoy en día. Lentamente estamos destruyendo la flora y la fauna,” Calfa dice.
Está mega sequía ha sido la más larga que Chile ha visto en mil años, de acuerdo a expertos meteorólogos. Por esta razón, los suministros hídricos del país están bajo presión y áreas aún más extensas se están secando.
Todas estas condiciones han sido catalizadoras perfectas para la tragedia de gran magnitud que vive el pueblo chileno.
Diversos países de Sudamérica se han solidarizado con el gobierno y los ciudadanos y han apoyado con donaciones y recursos, al igual que lo ha hecho Estados Unidos, Canadá y la Unión Europea.